domingo, 14 de junio de 2009

El fin de un año blogger




para concluir este año yo voy a dar una opinion de todo lo que e aprendido con este blog.
En primer lugar queria darles las gracias a nuestro profesor de religión que es él el que nos enseño a hacer cada uno de nuestros blog.
En segundo lugar me felicito a mi y a todos mis compañeros por los magnificos blog que hemos echo.
Y en tercer y ultimo lugar quiero felicitar a blogger por el magnifico servicio que nos a dado.
para concluir con mi opinión yo espero que el año que viene estemos otra vez con los blogs por que nos enseña a manejar el ordenador y desarrolar la mente con nuestros comentario y otra csa muy importante que nos divertimos con nustros comentarios.

Espero que a todos os guste mi blog

Corpus Christi




Corpus Christi: La Procesión continúa

Hasta en los pueblos más humildes donde se celebra la procesión del Corpus, se engalanan balcones, se esparcen tomillos por las calles, porque el que viene es bendito, es Dios. La fiesta del Corpus Christi pertenece a la historia de nuestro pueblo creyente, que ha recordado, honrado y agradecido la Presencia del Señor entre nosotros: la santísima Eucaristía.

Él prometió no dejarnos solos; nos dijo que estaría con nosotros todos los días. Y esta presencia de Aquel que ha sido más fuerte que la muerte, se concreta en el memorial de su amor y su entrega, en el recuerdo vivo de su muerte y resurrección. Como nos dice el Evangelio de este domingo de Corpus, Jesús se ha hecho nuestra comida y nuestra bebida, su Cuerpo y su Sangre dados en alimento inesperado e inmerecido... siempre. La carne y la sangre de la que habla Jesús no es una invitación a una extraña antropofagia, sino un modo plástico de indicar que Él no es un fantasma. Comer este Pan que sacia todas las hambres significa adherirse a Jesús, es decir, entrar en comunión de vida con Él, compartiendo su destino y su afán, hacerse discípulo suyo, vivir con Él y seguirle.

Atender a Jesús, seguirle, nutrirse en Él, no significa desatender y abandonar a los demás. Torpe coartada sería ésa de no amar a los prójimos porque estamos "ocupados" en amar a Dios. Jamás los verdaderos cristianos y nunca los auténticos discípulos que han saciado las hambres de su corazón en el Pan de Jesús, se han desentendido de las otras hambres de sus hermanos los hombres. Por eso comulgar a Jesús no es posible sin comulgar también a los hermanos. No son la misma comunión, pero no se pueden separar. Y esto lo ha entendido muy bien la Iglesia cuando al presentarnos hoy la fiesta del Corpus Christi en la cual adoramos a Jesús en el sacramento de la Eucaristía, nos presenta al mismo tiempo a los pobres e indigentes, en el día nacional de Cáritas. Difícil es comulgar a Jesús, ignorando la comunión con los hombres. Dificil es saciar el hambre de nuestro corazón en su Pan vivo, sin atender el hambre básica de los hermanos.
Hemos de adorar a Jesús-Eucaristía y hemos de reconocerlo también en ese sagrario de carne que son los hermanos, especialmente los más desheredados. Venid adoradores y adoremos. La procesión del Corpus no sólo debe ser en este día, y no sólo en lo extraordinario de unas calles engalanadas al efecto. También mañana, también en los días laborables, en el surco de lo cotidiano, los cristianos debemos seguir nuestra procesión de la Presencia de Jesús en nosotros y entre nosotros. Él está ahí, esperando que le llevemos y que le reconozcamos.